La educación es claramente entendida como un proceso de aprendizaje integral y holístico, que abarca el desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y físico y que capacita a las personas para conducir su vida en forma plena, para convivir y participar en forma responsable, tolerante, solidaria, democrática y activa en toda comunidad, y para trabajar y contribuir como sujeto social activo al desarrollo de la sociedad.
Ese propósito educativo lo expresaremos de manera breve y sencilla, señalando, que a través de la educación deberemos formar a estudiantes y docentes no sólo en el saber disciplinar, cognitivo, sino que también en el “Aprender a Ser” y, “Aprender a Vivir juntos en armonía consigo mismo y sus pares”. Es decir, debemos enseñar a los estudiantes y docentes a desarrollar su personalidad para ser felices; esto se logra cuando aprendemos a sentirnos bien consigo mismo, a establecer buenas relaciones sociales y a desarrollar la capacidad de enfrentar los desafíos cotidianos para sacar el mayor provecho de las situaciones, y así convertirlas en oportunidades para crecer.
Cuando estudiantes y docentes aprenden hábitos y creencias para ser felices, poseen mayores competencias para resolver las exigencias de su contexto escolar y de los proyectos de vida que emprendan. Serán personas que entenderán su humanidad, por lo tanto, no tendrán miedo al error ni al fracaso; tendrán una mentalidad optimista y de cimientos positivos, que los hará plantearse objetivos desafiantes y alcanzables; tendrán hábitos equilibrados que les permitirá transitar sin problemas, entre el esfuerzo y el ocio necesario para ser felices; vincularán sus experiencias de aprendizajes y personales con propósitos humanitarios que le den sentido a su quehacer; entenderán por tanto, qué, todos los actores sociales tenemos fortalezas y también debilidades y debemos trabajar con estas variables.
El gran desafío es cómo transformamos la cultura escolar, para que el foco del currículum no sea sólo el conocimiento disciplinar y los aprendizajes evaluados a través de mediciones estandarizadas, muchas de ellas de carácter memorial y tradicional. En este sentido, lo que pretende la presente certificación internacional, es que los participantes revisen sus creencias sobre el currículum escolar y adquieran nuevos aprendizajes, fundamentados en un enfoque pedagógico teórico practico que otorgue una mayor integralidad social e individual al proceso educativo, considerando el ambiente en aula y la convivencia.
Esta certificación busca desarrollar herramientas que posibiliten la instalación de procesos educativos hacia el autoconocimiento y la creación, y la adquisición de habilidades que propicien una sana construcción personal e interpersonal de los sujetos, esperamos entregar facilitadores que permitan el orientar a los distintos actores de la comunidad escolar a tener una vida con propósitos trascedentes y que les permita sentirse autorrealizados.
También es importante considerar que la gestión de la felicidad se basa en evidencia científica y, por lo mismo, debe ser planificada y evaluada. No sólo se evalúa lo disciplinar, sino que también el aprendizaje de conocimientos y habilidades que contribuyan al bienestar personal y social de la comunidad escolar. En este sentido, fue William Thomson Kelvin, físico y matemático británico, quien a finales del siglo XIX enseñaba a sus alumnos que “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”. Por lo anterior, la gestión de la felicidad debe ser monitoreada y evaluada, de acuerdo a objetivos e indicadores de gestión que respondan a los desafíos de la escuela.
Para preparar a los actores del sistema escolar, para una gestión eficaz y efectiva de la gestión de la felicidad organizacional de la escuela, se han contemplado los siguientes módulos:
Estos módulos entregarán fundamentos teóricos para la gestión de la felicidad, los que se vincularán permanentemente con el contexto escolar; para ello, en cada sesión deberán generarse procesos reflexivos que permitan esta integración.
El presente proceso formativo culminará con la formulación de un Plan de Gestión de la Felicidad escolar, el que requerirá que el participante aplique e integre todos los conocimientos y habilidades de los módulos cursados.
Finalmente, a través de esta certificación se pretende una transformación de los docentes, para que adquieran herramientas que les permitan enfocarse en el “SER”, de tal manera que mejore la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje.
A nuestro juicio, el incorporar esta variable y trabajar en la felicidad educacional, ha de permitir al docente y la escuela ser un todo dinámico y un agente transformador para construir una nueva cultura en felicidad, con planes de aprendizaje que produzca beneficios para los actores del sistema escolar y su entorno.
Horas cronológicas: 12 horas.
Propósito: Proporcionar fundamentos teóricos para la gestión de la felicidad en el sistema escolar, a partir de la psicología positiva
Orientaciones metodológicas:
Es esencial realizar análisis crítico de problemáticas y/o desafíos del ámbito escolar, relacionados con el bienestar individual y organizacional, a los que se pueda dar respuesta, a través de bases teóricas para la gestión de la felicidad. Por ello, es esencial que a lo largo de las sesiones se planteen sistemáticamente preguntas reflexivas que permita a los participantes contrastar los planteamientos de psicología positiva con experiencias del contexto escolar.
Horas cronológicas: 12 horas.
Propósito: Manejar modelos y estrategias específicas para la gestión de la felicidad en el contexto escolar.
Orientaciones Metodológicas:
Los modelos deben ser contextualizados, por lo que es esencial que el académico oriente a los estudiantes, para que a través de su experiencia y contexto escolar en el cual se desempeña, realicen propuestas de aplicación. Se pueden utilizar estrategias de estudio de casos auténticos o de Aprendizajes Basados en Problemas.
Propósito: Desarrollar un Plan de Gestión de la Felicidad para la Escuela, a partir de los fundamentos teóricos de la psicología positivas y de la inteligencia emocional.
Horas cronológicas: 14 horas.
Orientaciones metodológicas:
Este módulo utilizará la metodología de Aprendizaje en Base a Proyectos. Para ello, los participantes deberán evidenciar sus aprendizajes, a través de un trabajo final de la certificación, consistente en un Plan de Gestión de la Felicidad.
Esta actividad final requiere que el estudiante demuestre manejo de los fundamentos teóricos de los módulos cursados.
Patricio Aguirre Zúñiga, Doctor y Magister en Educación, mención en Gestión Escolar, académico con experiencia en investigación y docencia universitaria, tanto en formación docente de pregrado Universidad Católica del Norte (Chile) y ha formado parte de programas de Magister de la Universidad Santo Tomás y Universidad de Antofagasta (Chile). Además, ha sido asesor pedagógico del Ministerio de Educación y actualmente posee cargo de Jefatura en Secretaría Regional Ministerial de Educación de la región de Antofagasta.
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